domingo, 2 de diciembre de 2012

Lo bonito que es tener tiempo

Ojalá pudiésemos tener tiempo para derrocharlo todos los días.
Es increíble poder tener un "ratico" de estar paseando por el parque, observar, no pensar en nada...
Estamos en una sociedad acelerada. No hay tiempo para nada. Y cuando sacas algo, no puedes aislarte del mundo. Pero, aunque parezca mentira, eso hice el último jueves que fui al coro, al auditorio.

Tenía tiempo. No andaba agobiado. No iba justo. No iba corriendo. No calculaba el tiempo para no llegar tarde. Me sobraba el tiempo.
Y no habiendo nada mejor que hacer, salí de mi casa paseando. Y caminando -caminante, no hay camino, se hace camino al andar (del bueno de Antonio Machado)- llegué al Canal, ese bonito canal que pasa por Zaragoza. Estaba hermoso, radiante, con sus hojas caídas por culpa del otoño y alumbrado por la tímida luz del sol de atardecer.
Pasé a su lado y me despertó la nostalgia, añorando esos tiempos en los que, de pequeños, hemos visto los patos con nuestros padres y les hemos dado miguitas de pan para comer. ¡Ah, bendita infancia...!
Vista desde el Batallador
Tras haber contemplado el Canal, bajé hacia el Parque Grande, desierto, ya casi con el sol poniéndose en el horizonte, y decidí subir al Batallador. Allí esperé a que atardeciese y observé la escena como un turista más. ¡Hasta eché unas cuantas fotos, fíjate tú!
Bajé las escaleras de la fuente y escogí el paseo central de la avenida del parque para dirigirme a mi destino. 
Después de un buen rato de quedarse sentado y admirando la panorámica y las fuentes, tuve que ir volviendo poco a poco a la agitada vida de esta sociedad. Crucé la calle (esta sí, repleta de gente) y me sorprendí. Me quedaban 15 minutos. Bueno -pensé-, creo que ya va siendo hora de pasar a la realidad.
Porque no fue real. Formé parte de otro mundo, indiferente a todo lo ajeno por 45 minutos.

Disfruté de esos momentos como unos de los mejores.

FOTOGRAFÍA DEL AUTOR

2 comentarios:

  1. Bonita entrada.
    Y ¡Ya lo creo que fue real! Seguramente más real que esa sensación de vértigo que nos provoca lo que denominamos "vida moderna". El no tenemos tiempo es un espejismo en el que escondemos nuestra tendencia a desperdiciarlo en multitud de cosas inútiles.

    ResponderEliminar
  2. El tiempo no se tiene... pasa, como dice Machado, "al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar", por ello y recurriendo al tópico, "carpe diem" de los latinos, o sea, "vive el momento".

    Y no significa "juerga", significa "camina"

    ResponderEliminar