sábado, 23 de febrero de 2013

Protesta original en Portugal

Desde enero lleva vigente en Portugal la Ley de la Factura Obligatoria. Es una ley que obliga a todos los portugueses a pedir y declarar la factura de todas las compras que realicen para evitar el fraude fiscal.
Y como con todas las leyes, existen opositores, pero con esta norma la protesta ha sido mucho más multitudinaria, agrupada y original.
Passos Coelho
Dado que esta obligación exige que se asigne a cada factura un número de identificación del comprador, pero no la verificación de la identidad de éste si el importe de la factura no excede de los 1000 €, los ciudadanos se han aprovechado de este aspecto para hacer un pequeño pero original boicot: aquellas personas que participan en la protesta aportan el código fiscal del primer ministro, Passos Coelho, o de otros altos mandatarios del gobierno luso, que se filtraron a finales de enero y que, gracias a la rápida difusión de la información de la sociedad actual -redes sociales, mensajería instantánea, telefonía, Internet- han sido utlizados por más de cien mil personas en nuestro país vecino. El objetivo de esta protesta es hacer que estos políticos no puedan justificar con su sueldo los pagos que "supuestamente" realizan, provocando un conflicto fiscal.
Esta ola de facturas a nombre de máximos mandatarios portugueses ha generado situaciones imposibles (como que el señor Coelho coma en diez restaurantes a la vez) que han hecho que la Hacienda portuguesa descubriese hace quince días este tipo de protesta, provocando un "desfile de expertos" en las cadenas de radio y televisión lusas.
¿El resultado? Según los economistas, una broma muy simple que provocará una inspección de Hacienda que resultará nula; según quienes protestan, un toque de atención a sus políticos, que deben darse cuenta de que el camino que han elegido no es el correcto.

En mi opinión, a pesar de que fiscalmente los ciudadanos portugueses no van a conseguir nada por esta vía, me parece un tipo de protesta muy curiosa y que va a llamar la atención en la Zona Euro, aunque sólo sea por su originalidad; además pienso que lo más importante es que todos se enteren de lo que está pasando, sobre todo quienes pueden hacer algo para cambiarlo. 


FUENTE:

viernes, 22 de febrero de 2013

Debate sobre el Estado de la Nación, o cómo romper la cuerda de España

Los días 19 y 20 de febrero se celebró en Madrid el debate anual sobre el Estado de la Nación.
Este debate se realiza cada año para controlar la forma de gobierno por parte del Ejecutivo español, y aunque no es una reunión que esté legislada de forma constitucional, se lleva realizando en España desde la segunda legislatura. 
Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno,
la jornada del 20 de febrero
En la sesión de anteayer, el presidente Mariano Rajoy respondió a todas las incógnitas de los partidos de la oposición con un discurso que para nada cambia las políticas llevadas a cabo por su Gobierno: la continuación de los recortes en todos los aspectos sociales y el empeño en dar una buena imagen del país en el extranjero, sobre todo en la Unión Europea, donde según el presidente tenemos un peso mayor del que creemos, y donde es vital ofrecer esa imagen de solvencia y credibilidad que buscan los mercados capitalistas.
Sin embargo, el sector de la oposición no opina igual. Cree en una recuperación de esta crisis a base de la inyección de capital y del aumento de prestaciones.
Luego, además, se encuentran los ideales políticos minoritarios (o, al menos, aquellos que no son PP y PSOE, que son los que siempre dan más que hablar y que por tanto los medios hacen que los veamos como "banales") en el Congreso. Mientras CiU, comandada por Duran i Lleida ayer en el debate, pide un mayor respeto a la libertad de decidir del pueblo catalán, UPyD exige la modificación de la ley electoral, el PNV requiere la solución de los supuestos casos de corrupción...
Se supone que este debate está pensado para ofrecer a la población una perspectiva mejor de lo que viene siendo la legislatura, e informarnos del Estado de la Nación. Desde luego, discutir sobre los temas políticos de actualidad, ya lo creo que lo hacen. Pero si de aquí no salen soluciones de futuro, no sirve de nada más que para generar más desconfianza y para llenar blogs, periódicos, horas de radio y televisión...
El Congreso de los Diputados, en la jornada del día 20

Y es que si cada uno tira de la cuerda de España en una dirección, no sólo no moveremos la piedra, sino que la cuerda se acabará rompiendo. O todos tiramos de la cuerda hacia delante y en la misma dirección, o ésto no sirve de nada.

viernes, 15 de febrero de 2013

La Super Bowl

La Super Bowl es el partido final de la liga de fútbol americano en Estados Unidos, la NFL (siglas de National Football League). Esta final enfrenta a los dos equipos ganadores de cada una de las conferencias en las que se divide la NFL, la Conferencia Americana y la Conferencia Nacional, respectivamente.
Hace apenas semana y media, el domingo 3 de febrero, se celebró la edición de 2013 de la Super Bowl en Nueva Orleans, que enfrentó a los equipos de San Francisco 49ers (Conferencia Nacional) y Baltimore Ravens (Conferencia Americana) con resultado de 31 a 34 a favor de los Ravens.
Este año, el incidente más sonado de la final fue el apagón en mitad del tercer cuarto que dejó sin luz al estadio durante más de media hora y que obligó a interrumpir el partido. Y digo el más sonado porque todos los años hay incidentes en la Super Bowl. Por ejemplo, uno de los má importantes ocurrió en el año 2004, cuando Justin Timberlake (actor y cantante), una vez que acabó su actuación, le quitó a Janet Jackson una pieza de su vestido descubriendo uno de sus senos. 
Y si no estáis muy puestos en esto os preguntaréis: ¿Justin Timberlake? ¿Janet Jackson?
Pues sí. La final de la NFL es uno de los espectáculos más importantes de los Estados Unidos, equiparable a la final de la NBA (National Basketball Association, es decir, la liga de baloncesto de EE.UU y la más importante del mundo, por si alguien no lo sabe). Solo que la Super Bowl es "a lo bestia", que diría aquel. Según las estadísticas oficiales, es la segunda fecha del año en la que más se consume, por detrás del Día de Acción de Gracias; está considerada como un evento especial de Seguridad Nacional por el Servicio Secreto de los Estados Unidos; las entradas cuestan entre 900 y 1000 dólares... y, en el descanso del partido, se lleva a cabo el halftime show, es decir, las actuaciones de prestigiosos artistas del ámbito internacional. Este año 2013 se contó con la presencia de Beyoncé y de Alicia Keys, siendo ésta última quien interpretó al inicio del partido el himno nacional.

Beyoncé
Así que, como podéis ver, la Super Bowl es el reflejo de lo que podríamos considerar como el típico partido americano: consumismo, vendedores en la grada, perritos calientes, palomitas, show tras show, deporte nacional, patriotismo, forofos extremos,... y un largo etcétera de características que los medios nos intentan dar a conocer, ¡y vaya si lo han conseguido!
Desde mi punto de vista, es un buen espectáculo que, aunque no me interese sobremanera, es al fin y al cabo un partido de fútbol americano, un deporte, y termina siendo algo que enriquece culturalmente; por eso he encontrado atractivo este tema de la entrada de hoy.

Y para acabar, un consejo: desde España, salvo que el lunes no tengas que ir a trabajar o a estudiar, lo mejor es ponerse el partido a las 12 de la noche... y dormirte. Más que nada, porque suele acabar a las tantas de la madrugada...

FUENTES:

sábado, 9 de febrero de 2013

Donde surgen las sombras

Unos días atrás acabé de leer el libro del que trata esta entrada: Donde surgen las sombras, de David Lozano Garbala.
El título en cuestión, lectura obligatoria por parte de la asignatura de Lengua, se me antojaba aburrido. Así, a primera vista. Yo pensaba que iba a ser la típica novela de misterio que suena lejana, que no cala, en la que de repente los monstruos salen del armario y no sabes detenerlos o la clásica imitación de las magníficas historias del también maravilloso Arthur Conan Doyle. Ciertamente, por el nombre, parecía un libro más. Del montón. 
Pero también había una inscripción que me decía: "No puede ser un libro cualquiera". Y es que llevaba, cruzada en la vertical izquierda del libro, la reseña del Premio Gran Angular.
De esta manera, decidí satisfacer mi curiosidad y comencé a mirar algo más en profundidad el exterior del libro. Encontré el resumen-introducción característico de todas las cubiertas; sí, ese que, de pequeños, todos copiábamos alguna vez en lugar de resumir el libro porque no habíamos tenido tiempo para hacer los deberes o porque no nos había dado la realísima gana de hacer algo en todo el fin de semana. 
Así, eliminé parte de mis prejuicios. "Por lo menos es cercano", pensé después de leer el resumen, ya que los protagonistas son unos jóvenes, y parte del tema me interesaba: "Videojuegos en línea, esto va mejorando..." Pero me quedaba, rondando por mi cabeza, la idea del topicazo.
Pero -afortunadamente por otra parte- la única manera de averiguar más cosas llegados a este punto es empezar a leer el libro. No hay más. Y desde luego que merece la pena.
Comienza el libro. Capítulo uno. Flashback hacia el pasado. Llegas a la segunda página. Vas viendo discurrir la acción desde tu vista privilegiada de observador externo. Y cuando alcanzas el final de esta incursión en lo desconocido del libro, ya no puedes parar. Acabas de adentrarte, sin quererlo, en la historia de la novela, y su lectura se convierte en tu animal de compañía para el tiempo que te cueste leer las 281 páginas del libro, que se terminan quedando cortas.

Ciertamente, una vez que lees el libro te das cuenta del gran trabajo del escritor, del merecidísimo premio... y de que has estado prejuzgando a un libro por su título y su naturaleza externa.
En mi opinión, Donde surgen las sombras es una novela muy interesante, cercana (la acción, sin ir más lejos, sucede en Zaragoza), dinámica, actual, entretenida... y a la vez un guiño a la novela de terror, de miedo: dejando a un lado (en ocasiones) al misterio, y sobreponiendo la tensión de los terrores humanos. A mí me dio más miedo esta novela que la película Rec 3, por ejemplo, y es que la imagen de la mente es mucho más poderosa que la de la pantalla.
Por sacarle algún "pero", creo que la novela se queda corta a la hora de su final, siguiendo una línea muy marcada de resolución del misterio policial.

En resumen, os recomiendo la lectura de esta novela, no dejándoos abducir por el aspecto externo del libro, sobre todo si os gusta el género del misterio mezclado con la acción y el terror.