viernes, 22 de febrero de 2013

Debate sobre el Estado de la Nación, o cómo romper la cuerda de España

Los días 19 y 20 de febrero se celebró en Madrid el debate anual sobre el Estado de la Nación.
Este debate se realiza cada año para controlar la forma de gobierno por parte del Ejecutivo español, y aunque no es una reunión que esté legislada de forma constitucional, se lleva realizando en España desde la segunda legislatura. 
Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno,
la jornada del 20 de febrero
En la sesión de anteayer, el presidente Mariano Rajoy respondió a todas las incógnitas de los partidos de la oposición con un discurso que para nada cambia las políticas llevadas a cabo por su Gobierno: la continuación de los recortes en todos los aspectos sociales y el empeño en dar una buena imagen del país en el extranjero, sobre todo en la Unión Europea, donde según el presidente tenemos un peso mayor del que creemos, y donde es vital ofrecer esa imagen de solvencia y credibilidad que buscan los mercados capitalistas.
Sin embargo, el sector de la oposición no opina igual. Cree en una recuperación de esta crisis a base de la inyección de capital y del aumento de prestaciones.
Luego, además, se encuentran los ideales políticos minoritarios (o, al menos, aquellos que no son PP y PSOE, que son los que siempre dan más que hablar y que por tanto los medios hacen que los veamos como "banales") en el Congreso. Mientras CiU, comandada por Duran i Lleida ayer en el debate, pide un mayor respeto a la libertad de decidir del pueblo catalán, UPyD exige la modificación de la ley electoral, el PNV requiere la solución de los supuestos casos de corrupción...
Se supone que este debate está pensado para ofrecer a la población una perspectiva mejor de lo que viene siendo la legislatura, e informarnos del Estado de la Nación. Desde luego, discutir sobre los temas políticos de actualidad, ya lo creo que lo hacen. Pero si de aquí no salen soluciones de futuro, no sirve de nada más que para generar más desconfianza y para llenar blogs, periódicos, horas de radio y televisión...
El Congreso de los Diputados, en la jornada del día 20

Y es que si cada uno tira de la cuerda de España en una dirección, no sólo no moveremos la piedra, sino que la cuerda se acabará rompiendo. O todos tiramos de la cuerda hacia delante y en la misma dirección, o ésto no sirve de nada.

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