miércoles, 24 de abril de 2013

Dejarse llevar

La música resuena en mis oídos. Estoy sentado en el ordenador, tecleando, escribiendo, buscando expresar lo que pasa por mi cabeza con la palabra escrita, y mientras la canción que estoy escuchando con mis cascos vuelve al estribillo y acaba, se percibe lejana la conversación que mantienen mis padres.
Lejana, muy lejana, mientras yo sigo ensimismado en mis pensamientos.
-¡Mierda! - es lo primero que aparece en mi mente cuando me equivoco de botón cerrando la ventana de edición de este post, error posiblemente causado por las prisas que llevo a la hora de usar el ordenador, y es que juega el Barcelona ahora a las nueve menos cuarto y querría tener la entrada acabada antes del partido. 
-Suerte que Blogger tiene función de autoguardado.
Seguimos. La inspiración me abandona por momentos. Llego a plantearme el desistir. Pero Bruno Mars quiere machacarme los oídos con una de mis canciones favoritas, The Lazy Song, y me recuerda por qué estoy ahora mismo redactando. Y sí, me he molestado en poner el enlace a cada uno... por lo menos sé un lector agradecido y dame las gracias por mi esfuerzo, que no me apetecía nada poner el link... 
-De nada.
Dejarse llevar...
La emisora sigue con su carrusel de canciones pop, rock, reggae... y mi motivación sigue ahí. Pero el de qué hablar se esfuma... así que me pongo a mirar por la ventana.
La noche comienza a caer sobre el parque, sobre la estación del cercanías, sobre Zaragoza; la música cae sobre mis oídos. Good Feelin', de Flo Rida (vuelve a darme las gracias...), acompaña a este atardecer grandioso del día 23 de abril. Y se acerca la hora del partido.
-Me da que no me da tiempo de acabar el post para antes del partido... Luego sigo.
(...)
-Estoy jorobado.
Pues eso. Que no hay más comentario. El Barça ha perdido apisonado 4-0 por el Bayern München. La verdad es que, pensándolo friamente, ya no me preocupa. Vamos a dejarnos llevar por la música de Hit FM que sigo disfrutando a estas horas de la noche antes de irme a dormir. Lo mejor es pensar que no hay problema. Mejor no preocuparse por asuntos banales, o al menos por asuntos en los que no puedes hacer nada ni te incumben directamente.
Tal y como dice el single que ahora mismo escucho, a falta de 10 minutos para medianoche, I just wanna feel this moment: sólo quiero disfrutar este momento. No vale lamentarse por el pasado.

Así, dejándome llevar por la música, las emociones, hablando conmigo mismo, estando enfrente de la pantalla, mirando por la ventana, aislándome del mundo... he vivido el tiempo que me ha costado redactar esta entrada. Que sepas que la he disfrutado mucho, y que no descarto hacer más entradas de este tipo, en las que, repito, las sensaciones, los pensamientos y la improvisación se mezclan en una "coctelera literaria" que te permite liberarte.
Y ahora soy yo el que te doy las gracias a ti, agradecido lector, por aguantarme. Ojalá tú también te hayas dejado llevar por mis palabras y hayas desconectado por unos minutos de tu mundo. Ojalá.
FOTOGRAFÍA DEL AUTOR

martes, 23 de abril de 2013

El Principito cumple 70 años

El Principito (Le Petit Prince) es una de las obras más conocidas de la literatura mundial, encontrándose entre los libros más vendidos de la historia, con aproximadamente 140 millones de copias vendidas, además de ser el libro más vendido de entre los publicados en lengua francesa. Fue publicado en abril de 1943 en francés y en inglés y, por tanto, cumple ahora su 70 aniversario.
Le Petit Prince

El autor de esta joya literaria es Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). Piloto de aviación del ejército francés, Antoine tenía una gran visión del mundo y de las relaciones entre las personas, las cuales plasmó en su libro. De hecho, la forma en que introdujo los sentimientos en su relato es lo más llamativo: El Principito está escrito desde un lenguaje adaptado para el público infantil, llegándose a considerar un libro para niños; pero nada más lejos de la realidad, ya que entre sus expresiones cercanas y simples se esconden las más profundas sensaciones: soledad, tristeza, amor, reflexiones sobre el sentido de la vida...
Exupéry también utiliza el comienzo de su obra para realizar una crítica sonada a la sociedad adulta, a la cual pone en tela de juicio desde el punto de vista de un niño a quien le es constantemente rechazada su solicitud de algo de atención a los adultos. En palabras de Mary Poppins: "Los adultos no ven más allá de sus narices".

Se cree que El Principito es una obra en la que su autor narra uno de los acontecimientos que marcaron su vida: un aterrizaje forzoso en el Sáhara que casi les cuesta la vida a él y a su acompañante de vuelo debido a la deshidratación; ya que tras las primeras páginas en las que el narrador habla de su infancia, éste habla ya de cuando es más mayor y se encuentra perdido en el desierto, cuando se le aparece un niño que recibe el nombre de "El principito". Puede que, debido a la falta de agua, Antoine sufriera de verdad esa alucinación y luego decidiera inmortalizar su vivencia.
Así, el contenido literario del libro es completamente surrealista y fantástico, planteado a modo de fábula en la que el principito se relaciona, en su pequeño "planeta-asteroide" B 612, con una rosa, un zorro, un hombre de negocios... En todos los casos, el pequeño príncipe da o recibe una lección sobre el sentido de la vida, camuflada entre los renglones del cuento.

Y como siga así, os voy a contar toda la historia... así que mejor, aprovechando la coyuntura del Día del Libro, compraros y leeros este best-seller si no lo habéis hecho ya.

Sólo una cosa más: citar la famosa frase que el zorro dice al principito, dándole una valiosa moraleja:
«Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».
No lo olvidéis.
Antoine de Saint-Exupéry

FUENTES:
http://es.wikipedia.org/wiki/El_principito
http://es.wikipedia.org/wiki/Antoine_de_Saint-Exup%C3%A9ry

miércoles, 3 de abril de 2013

La crecida del Ebro

Llevamos ya unos cuantos meses en Aragón conviviendo con el elevado caudal del río Ebro, causado en gran medida por las nevadas pirenaicas y las heladas generalizadas en toda la Comunidad. De hecho, este invierno pasado ha sido especialmente duro para los campos por las inundaciones provocadas por el elevado nivel del río.
El Ebro con un caudal de 1600 m3/s
Pues bien, parece que la altura del Ebro va a subir todavía más en estas fechas de inicio de la primavera. Las previsiones meteorológicas preven lluvias también a lo largo de estos días, después de las que han pasado por agua la Semana Santa en muchas ciudades de España y han obligado a suspender procesiones como la del Santo Entierro en Zaragoza. De esta manera, el caudal de los ríos tras el mes de marzo más lluvioso desde que se tienen datos (es decir, desde el año 1947) ha registrado máximos históricos.

Dice el refrán: "Abril, aguas mil", y de momento, parece que se está cumpliendo. 

Ribera izquierda del Ebro a su paso por Zaragoza
desde el Puente de Piedra
El pasado domingo 31 de marzo paseaba junto con unos amigos por la ribera del Ebro. Los caminos que discurren más crecanos al cauce estaban completamente anegados por el agua,   dejando imágenes de bancos situados en mitad de la nada, árboles bien cubiertos de agua -igual un metro-, etcétera. También la imagen que se podía disfrutar desde lo alto del Puente de Piedra era impresionante: daba la impresión de que el Ebro, al pasar por el Pilar, no guardaba silencio tal y como dice la jota, sino que pedía a gritos un sitio más grande por el que pasar. Parecía que el cauce se le quedaba pequeño.

¡Y lo que queda por llegar! Pronto, cuando empiecen a subir las temperaturas, las nieves acumuladas en las estaciones de esquí aragonesas y en las cumbres de los Pirineos empezarán a fundirse y a aumentar el caudal de los ríos que nacen por aquellos lares... y el Ebro recibirá esa agua, así que su crecida se hará más evidente.

Dicen también que "Año de nieves, año de bienes"... Ya lo comprobaremos. Esperemos que luego los beneficios superen con creces a las dificultades que puede estar provocando esta crecida.

lunes, 1 de abril de 2013

Fernando Savater y la felicidad

Hará algo así como una semana que me encontré con una lectura del libro de Lengua 1 que me resultó muy interesante. 
Fernando Savater
Siempre estamos en busca de lo que nos hace felices, pensaba, y fue entonces cuando vi el título del fragmento: "Date la buena vida". En ese momento tenía tiempo disponible, no como me pasaba otras veces, para empaparme de las palabras del escritor, filósofo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid: Fernando Savater. Así que decidí leerlo.
En el fragmento que se incluye en las páginas del libro de la asignatura, perteneciente a su libro "Ética para Amador", Fernando nos transmite una serie de consejos para llevar una buena vida que nos provoque una satisfacción interior. 
De sus recomendaciones, podríamos destacar muchas, pero las que más llaman la atención son, quizá, las relacionadas con su definición de ser humano:
«Ser humano consiste, principalmente, en tener relaciones con otras personas. Si pudieras tener muchísimo dinero, una casa más suntuosa que el palacio de las mil y una noches [...], etc., pero todo ello a costa de no volver a ver a ningún ser humano nunca más, ¿estarías contento? [...] ¡Si precisamente la gracia de todas esas cosas estriba en que te permiten -o parecen permitirte- relacionarte favorablemente con los demás!»
En esta cita, que incluye las palabras que más me llamaron la atención del texto, se puede apreciar como la definición que aporta el filósofo sobre el ser humano está más relacionada con su faceta de ser humano, con el verbo ser, que no ser humano como concepto biológico.
Dado que habla del ser persona destacando como ley básica la comunicación con los demás,  no puede excluir de su libro el concepto del lenguaje. Lo destaca como otro concepto importante dentro de la relación entre los individuos, y, por tanto, en su concepto de "darse la buena vida":
«El mundo en el que vivimos los humanos es un mundo lingüístico, una realidad de símbolos y leyes sin la cual no sólo seríamos incapaces de comunicarnos entre nosotros, sino también de captar la significación de lo que nos rodea. [...] Por eso hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona, o por lo menos empezar a darle un trato humano.»
Así pues, Fernando Savater liga el concepto de la felicidad a los demás, es decir, lo define como un "proceso recíproco", en el que la sensación de sentirse humano otorga a la persona la sensación de estar dándose la buena vida. 
Por mi parte, creo que está en lo cierto. Una vida sin gente no es una buena vida humana. Será vida, pero ni buena ni mala.
Ya sabéis: dando felicidad se recibe. Y yo que tú, me pondría las pilas, y le daría un buen mordisco a la vida compartiendo el día de hoy con los que te rodean.